Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 35, 12-26

12 y apartaban lo destinado al holocausto para darlo a las secciones de
las casas paternas de los hijos del pueblo, a fin de que lo
ofreciesen a
Yahveh conforme a lo escrito en el libro de Moisés. Lo mismo se hizo con
los bueyes.

13 Asaron la Pascua al fuego, según el ritual; cocieron las cosas
sagradas en ollas, calderos y cazuelas, y las repartieron con presteza entre
todos los hijos del pueblo.


14 Después prepararon la Pascua para sí y para los sacerdotes; porque
los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en
ofrecer los holocaustos y las grasas. Por eso los levitas la prepararon para sí
y para los sacerdotes, hijos de Aarón.

15 También los cantores, hijos de Asaf, estaban en su
puesto,
conforme a lo dispuesto por David, Asaf, Hemán y Yedutún, vidente del
rey; lo mismo los porteros, cada uno en su puerta. No tenían necesidad de
retirarse de su servicio, porque sus hermanos, los levitas, se lo preparaban
todo.

16 De esta manera se organizó aquel día todo el servicio de Yahveh
para celebrar la Pascua y ofrecer los holocaustos sobre el altar de Yahveh,
según la orden del rey Josías.

17 Los israelitas que se hallaban allí celebraron en ese tiempo la
Pascua y la fiesta de los Ázimos durante siete días.

18 No se había celebrado Pascua como ésta en Israel desde los días de
Samuel, profeta; y ningún rey de Israel celebró una Pascua como la
que
celebraron Josías, los sacerdotes y los levitas, todo Judá e Israel, que allí se
hallaban presentes, y los habitantes de Jerusalén.

19 Esta Pascua se celebró el año dieciocho del reinado de Josías.

20 Después de todo lo que hizo para reparar el Templo, subió Nekó,
rey de Egipto, para combatir en Karkemis, junto al Eufrates; y
Josías le
salió al encuentro.

21 Nekó le envió mensajeros para decirle: «¿Qué tengo yo que ver
contigo, rey de Judá? No he venido hoy contra ti, sino contra la casa con la
cual estoy en guerra; y Dios me ha mandado que me apresure. Deja de
oponerte a Dios, que está conmigo, no sea que él te destruya.»

22 Pero Josías no se apartó de él, pues estaba decidido a darle batalla,
sin escuchar las palabras de Nekó, que venían de boca de Dios. Y avanzó
para librar batalla en la llanura de Meguiddó.

23 Los arqueros tiraron contra el rey Josías, y dijo el rey a sus siervos:

«Llevadme fuera, pues estoy gravemente herido.»

24 Sus siervos le sacaron del carro, y pasándole a otro carro que tenía,
le llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en los sepulcros de sus
padres y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías.

25 Jeremías compuso una elegía sobre Josías, y todos los cantores y
cantoras hablan todavía hoy de Josías en sus elegías; lo cual se ha
hecho
costumbre en Israel. Están escritas entre las Lamentaciones.

26 El resto de los hechos de Josías, sus obras piadosas conforme a lo
escrito en la Ley de Yahveh,